Intenté tantas veces volar fuera de este mundo;
sangrar y sangrar como lo hizo él aquella tarde de tibio sol,
sol que esperaba por su cuerpo...
tierra que también esperaba por su cuerpo junto a los pálidos crisantemos
al igual que el cuerpo de él...
él pertenecía a ellos
por eso es que siguió la hoja de ruta marcada en mis ojos y se fue.
El se fue con sus crisantemos.
Hoy,
su canto huele a flores,
huele a fresca brisa
que pasa detrás de mi me susurra y me peina en las alturas.
El viento trae su aroma junto con sus cenizas.
¡Quiero volar junto a sus cenizas!
¡Quiero oler a flores silvestres!...
visitar a blancas y rosadas nubes anhelo, y oler a flores....
sí, quiero oler a flores...
fuera de este mundo...
oler a flores...
Luz II
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Extraño mucho a Pamela, la extraño tanto pero irremediablemente el tiempo
pasa.
Es un tanto extraño que la velocidad de la luz se mida en tiempo y que se
d...
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