el perfume primaveral entrando por las hendijas de mi persiana gastada infectaba mi olfato nítidamente y se mezclaba con ese olor a tabaco y nostálgico sexo...
una nueva mañana me caía en el cuerpo violentando mis pensamientos...
el solcito iba apoderándose del día y me atormentaba despojándome de sábanas sucias,
dándome otro indicio de un nuevo día perdido...
absorbida por el colchón polvoriento sin más lágrimas para llorar, mirando fijamente al rincón, sin más pensamientos que una pregunta, me mantengo ...
y ella, así como así, cínica, impúdica, inquietante, rebuscada y loca,...retórica,...tan tan retórica esta nueva mañana feliz para tantos otros, gira y gira y magulla y gime y grita y se retuerce y se enfría y me enfría, reventando, ensuciando, no aclarando...
vuelven los cuervos del día soleado a acecharme...revolotean y sacudo mis manos pálidas y espantapájaras para alejarlos de alrededor de mi...
me quedo sin tabaco y huelo la nicotina de mis dedos esperando el ocaso para adentrarme en las calles deshabitadas...
se acabó también la bebida...aún queda ese licor artesanal de dulce de leche...
dulce, dulce, dulce...cómo me recuerda a tu nombre...a tu presencia en mi habitación en los días en que las flores olían a ellas y no a tabaco y el sol sonrojaba mis facciones volviéndolas más felices...
dulce de leche el color de tu piel...dulce, dulce toda la leche de tu ser...
dulce de leche feliz los días vivos de mi pasado cuando mis cuervos eran colibríes embelleciedo pistilos y el fantasma de ella no desolaba a mi pequeña ventana.