viernes, 20 de junio de 2008

La indesnudable
prendida fuego.


El encadenado en su furia
cae
bajo el olmo gris.
Yace en su pico negro
que aguarda
y rasguña
la palma del muerto.
Que aguarda y rasguña
la palma del muerto.
Cuencas cuales siervos
en su pestilencia pútrida,
ojos de antaño
devorados por lobos
que acechaban tu guarida.
Aguardando al veneno unívoco,
al cáncer del apóstol que ha renunciado
al críoy lo entierra vivo,
y guarece en su cáncer.
Yo te guarezco en el cáncer,
y despojo las piedras
en tu sangre negra de cuervo en la hoguera.
La memoria envenenada de sombras,
de hombres;
la memoria de vidrio.
Inmolarme en la memoria
que me aguarda en la jaula,
la fuerza marchita.
La dama reside en el tedio de su asfixia
y cierra la puerta tras de sí.

Con ella los bailes, las aves diurnas,
agua,
el cuerpo, que es cárcel,
se abre al viento
y huyen las criaturas
que de su lecho bebían.
La dama reside en el tedio de su asfixia
y cierra la puerta tras de sí.

Mis criaturas son sordas,
huecas frente al miedo,
se agachan ante la angustia
y se desvanecen en mi noche antigua.
La dama reside en el tedio de su asfixia
y cierra la puerta tras de sí.

Se oyen aplausos.

7 comentarios:

Camille Stein dijo...

exquisito poema pletórico de rasguños

... como golpes en memoria de vidrio

Anónimo dijo...

para todo desconsuelo hay una esperanza

Anónimo dijo...

:)

©Claudia Isabel dijo...

Excelente Berenice!!!
que gusto leerte.
Un abrazo

Arha dijo...

cuando el placer incomoda
y rompe algo un poquito
y desgarra carne
y sangra
y alivia

Xergito dijo...

so dark! un escrito perdido en un bosque lovecraftiano.. ideal para una de estas noches frias...

le deseo un feliz cumpleaños dama oscura..

Anónimo dijo...

Graciass! (es el 28, igual, eh, no se me adelante :) )